La tienda de las fragancias

Aus DCPedia
Wechseln zu: Navigation, Suche

Nuestro conocimiento del olfato está estrechamente vinculado a la memoria. Marcel Proust, el creador francés, transmitió con gran particularidad cómo el olor referente a la infancia sabe desencadenar una memoria gráfica intensa e inconsciente de un preciso hecho por el estado mental. Tiene sentido entonces que las personas se sientan atraídas por los perfumes y colonias que nos conectan de cierta manera con los recuerdos positivos si bien de forma imprecisa. Según la tienda de colonias los modelos de fragancias cada hombre los señala y marcan en uno de los dos campos: la claridad y la oscuridad.

El toque luz: Como el nombre sugiere, las fragancias florales son ligeras y frescas. Evocan una percepción de aseo y adolescencia, con un olor a lavanda y de notas de flores o frutales, de madera recién cortada, tormenta de primavera y aroma de los bebés recién nacidos. Perfectas para el ambiente de las casas más actuales o de las oficinas de diseño moderno, zonas que necesitan una fragancia con olor a limpio que sin embargo añade ternura a nuestro ámbito. Fragancias ligeras que realizan esta labor con agudeza y carácter. Sus usuarios resultan vivaces y divertidos, individuos que usualmente no se toman demasiado en serio las cosas.

A pesar que estas fragancias resultan luminosas no por ello hablamos de fragancias simples. Las mezclas pueden ser de aromas florales, con notas de frutas, cítricos, o verdes, tales como notas de plantas y hierbas, que se desarrollarán desigual en cada usuario.

El lado misterioso: Dentro del otro extremo hay fragancias oscuras, olores que no son la decisión razonable de la mayoría de las mujeres. Olores distintos, tenaces y llenos de profundidad. Huelen a libros antiguos, a cuero gastado, suelo mojado y leño. El objetivo inicial de todo esencia era, desde luego, dificultar o camuflar el olor del cuerpo cuando no se podía bañarse todos los días, de ahí el nombre de agua de fragancia o eau de toilette. Los ingredientes elegidos eran los que marcaron la frescura, como el citrón, lavanda y rosas, que asociamos con los ingredientes de aromas más livianos. Pero pronto se desarrolló el uso de los perfumes más allá de la desodorización y en este lugar está el arranque de los perfumes más oscuros.

Al final un perfume quiere desarrollar un público devoto, individuos que tienen seducidos los sentidos y fuera de pensar unicamente en modas pasajeras. Después de todo, la relación de una mujer con su perfume resulta una pregunta difícil, que se cultiva con el tiempo. El olor que nos hace arrojarse en el cariño es una expresión prolongada de nuestro verdadero egocentrismo.